El sueño, o más bien, la falta del mismo, es una de las principales problemáticas entre los padres y madres de bebés. Elizabeth Pantley, en el sitio web www.kellymom.com ofrece unas claves importantes:
Algunos padres dirán que su bebé duerme muchas horas de corrido, y otros dirán que su bebé se despierta muchas veces durante la noche. Pero una de las cosas más importantes a tomar en cuenta es que cada bebé tiene sus patrones individuales con respecto al sueño, al igual que los adultos. Hay una gran cantidad de cosas que afectan la forma en que un bebé duerme, y también hay un amplio espectro de lo que se considera normal.
Un bebé recién nacido va a dormir entre 15 y 18 de 24 horas, y alrededor de 6 y 8 horas de este sueño va a ser de periodos cortos, generalmente siestas cortas durante el día. Esto ocurrirá siempre y cuando conozcamos y respetemos las necesidades que tiene nuestro bebé para dormir. Es un problema común no entenderlas. Cuando no ayudamos al bebé a obtener el sueño que necesita, el bebé se pone irritable y agitado, lo que todavía incrementa más sus dificultades para dormir. Por eso es importante saber qué es normal en un recién nacido, y ayudarle lo más posible.
Una de las claves más importantes para el sueño del bebé no tiene que ver con las horas que pasa dormir, sino de lo que ocurre cuando el bebé está despierto. L
Los recién nacidos solo pueden estar despiertos y contentos por periodos de 45 minutos a dos horas. Si están durmiendo relativamente bien durante la noche, y haciendo siestas largas y profundas durante el día, para los 6 meses nuestro bebé estará felizmente despierto por periodos de hasta tres horas. De cualquier manera, un recién nacido prefiere intercalar periodos muy cortos de vigilia con muchas siestas. Si el bebé sigue despierto después de este “periodo corto y feliz de vigilia”, quizás hemos pasado por alto ciertas señales de que nuestro bebé necesita dormir. El bebé está demasiado cansado, y lo reflejará con un comportamiento muy irritable. Un bebé demasiado cansado no puede quedarse dormido fácilmente, pero también puede estar despierto y calmado.
La pregunta más común de los padres es: ¿Cuándo va a dormir de corrido mi bebé? Y el gran problema aquí es la perpetuación del mito de que los bebés tienen que dormir de corrido durante la noche a partir de que tienen ciertos meses de edad. Seguro que hay algunos bebés “unicornio” que desde el principio duermen mucho durante la noche, pero son la mayoría. Los patrones de sueño y la habilidad para dormir en la noche tienen un fundamente biológico muy fuerte. Podemos modificar esto un poco con rutinas y acciones, pero en gran parte no podrás tener ningún control sobre los patrones naturales del sueño de tu bebé, así como no se tiene control sobre el color de sus ojos o su cantidad de cabello.
Los bebés tienen sistemas de sueño inmaduros. Tienen estómagos muy pequeños (del tamaño de una cereza el primer día), crecen muy rápido y su dieta líquida se digiere rápido también. Durante los primeros meses los bebés van a tener picos de crecimiento muy importantes, y esto impactará tanto la manera en que comen como la manera en que duermen.
Es completamente natural, absolutamente normal, y perfectamente esperable que tu bebé se despierte por las noches para pedir de comer o para pedirte tu ayuda para quedar dormido otra vez. Dormir durante toda la noche, cada noche, sin necesitar la ayuda de los padres, es como aprender a caminar, a hablar y a usar una taza: ve a suceder pero cada niño llega ahí a su propio ritmo, único e impredecible.
Mientras tanto, tu bebé va a darte señales de que está cansado. Leer estas señales correctamente es crítico, y va a impactar los resultados de cada solución para el sueño que utilices. Si dejas pasar la”ventana del sueño”, tu bebé se va a estar pronto desesperadamente cansado. En bebé muy cansado está enojado, llora mucho, y paradójicamente no va a poder encontrar el sueño fácilmente. Por el otro lado un bebé no suficientemente cansado NO va a aceptar dormir, y es inútil forzarlo. “Danzar” entre “suficientemente cansado” y “demasiado cansado” es una línea delgada, pero si sabes lo que estás buscando, puedes encontrar el momento perfecto para tu bebé.
Hay algunas señales de “cansancio” en el bebé que muchas veces pasan desapercibidas por los padres. O son leídas al revés, es decir, se lee todo lo contrario a lo que el bebé necesita. Una señal muy típica de cansancio es desviar la mirada y perder el interés en los juguetes y las personas alrededor. Muchas personas interpretan esto como que el bebé necesita más estimulación: está aburrido, quiere que lo balanceen más, quiere que le canten más fuerte. Lo que el bebé está queriendo decir no es “háganme reír”, es “¡ayúdame a hacer una siesta!!” Si aprendes a hablar el idioma del bebé, disfrutarás la alegría de los mensajes claros y del sueño más fácil.
Lo más importante para que una mamá esté más relajada, es aprender lo que es normal y dejar de esperar algo diferente. Los primeros meses con tu bebé son para conocer a esta pequeña persona y encontrar tu lugar como madre. Así sea tu primer o tu sexto bebé, hay que honrar estos primeros meses con el tiempo y ritmo que se merecen. No dejes que las opiniones del mundo te impidan tomarte el tiempo que necesitas para conocer a tu bebé. Las primeras semanas evita tener mucha compañía, muchas salidas y muchas distracciones, ya que pueden evitar que te concentres en tu bebé. Relaja tus estándares de limpieza en el hogar. Recorta tu lista de pendientes. Recuérdate cada día que tu prioridad es conocer a tu bebé y cuando eliminas lo más posible las presiones exteriores, tanto tú como tu bebé van a tener el sueño que tanto necesitan.
Hay una conexión importante entre la lactancia y el sueño. Cuando una mamá amamanta de noche y colecha con su bebé, se desarrollan patrones específicos que permiten que el bebé esté seguro y que se alimente frecuentemente. El colecho seguro y la lactancia son grandes factores para que una mamá obtenga suficiente descanso.
El ambiente que rodeaba al bebé era una dulce y constante sinfonía, por lo que muchos bebés no se encuentran cómodos en ambientes silenciosos. Debido a este historial prenatal, el “sonido blanco” suele ser reconfortante para algunos bebés, y les ayuda a relajarse. Sonido blanco es sonido indistinto en el fondo, como el motor d eu coche, o el sonido de un ventilador, o el oleaje del mar. El sonido blanco también es bueno porque bloquea el sonido agudo (golpeteo de trastes, perros ladrando, voces fuertes) que pueden asustar y despertar al bebé. También es una manera de “recordarle” al sistema del bebé que llegó la hora de dormir.
No todo el sonido blanco es igual. Pantley sugiere un sonido “rosa”, que es una variante del sonido blanco que suena profundo y monótono. El sonido del corazón, de las olas, la lluvia o las hojas moviéndose, son buenos ejemplos. Sonido blanco es la secadora del pelo, o la aspiradora, por lo que los “rosas” son mucho más gentiles para el oído y el sueño del bebé.
Tu bebé te dirá lo que necesita, pero hay que verlo, escucharlo y aprender. Tu bebé nació con una personalidad única, y pronto serás su mejor intérprete. Pero toma tiempo interpretar a un bebé! Puedes sentir más amor del que nunca has sentido en tu vida, pero eso no quiere decir que sabes reconocer las señales de tu bebé desde el inicio, es prácticamente imposible. Y no siempre las señales se leerán de manera adecuada. La buena noticia es que vas a aprender rápido y pronto te convertirás en una verdadera experta en tu propio bebé!!!